Esta dieta combina el efecto diurético, es decir de eliminación de líquidos retenidos, con el efecto saciante y la eliminación de toxinas y grasa. Podría decirse que hacer esta dieta durante una semana cada dos meses te ayudará a mantener tu peso ideal,
pero si lo que quieres es perder peso, te proponemos que lo hagas durante un máximo de cuatro semanas seguidas y después puedes variar tu dieta unas semanas más y vuelta a empezar.
La alcachofa tiene unas propiedades interesantes, por ello esta dieta es una de las más populares, vamos a verlas:
– La alcachofa tiene un aporte calórico de 49 cal. por cada 100 gramos.
– Te ayuda a degradar y a quemar las grasas acelerando el metabolismo de los lípidos.
– Mejora el funcionamiento hepático (del hígado) y de la vesícula biliar.
– Elimina líquido, te ayuda a disminuir la sensación de hambre y aporta muy pocas calorías.
– Esta dieta te permitirá adelgazar 3-4 kilos sin esfuerzo en una semana.
Si eres de los que quieren ver resultados más rápidos, podrás perder 4 kilos en una semana haciendo algo de ejercicio aeróbico (caminar 45 minutos, subir y bajar escaleras, correr 20 minutos, nadar 30 minutos, etc.)
A efectos prácticos, vamos a ver cómo funciona esta dieta y cómo se estructura:
– Desayuno: té con leche o sólo, café sólo o con leche o zumo (a elegir una de las tres opciones, que se pueden ir alternando según el día y lo que nos apetezca). Lo acompañaremos de una tostada con tomate o queso fresco, cereales o tres galletas.
– A media mañana: un yogurt desnatado
– Comida: un vaso de zumo de alcachofas (licuando las alcachofas crudas), ensalada verde y carne o pescado a la plancha. Una fruta de postre.
– Merienda: café con leche, té, fruta o yogurt.
– Cena: un vaso de zumo de alcachofas, hervido de verduras, una tortilla o pollo o pescado. Un yogurt de postre.
Tras hacer una dieta depurativa, como la dieta de la alcachofa, se aconseja retomar unos hábitos de alimentación equilibrados, siguiendo una dieta equilibrada y, si quieres, pasado un tiempo, puedes repetirla.