La principal motivación de la mayoría de la gente para empezar a controlar su peso es mejorar su aspecto. Igual de importante, sin embargo, son los muchos otros beneficios de una nutrición apropiada y de hacer algo de ejercicio regularmente.
El control del peso mediante la reducción de la grasa sobrante juega un papel vital para mantener un buen estado de salud y para luchar contra las enfermedades. En realidad, es una evidencia médica que la obesidad resulta una amenaza importante para la salud y la longevidad. La definición generalizada de obesidad corresponde a la de un cuerpo con un 25% de grasa para los hombres y en más del 32%, para las mujeres.
El exceso de grasa está relacionado con amenazas físicas importantes, cáncer y diabetes. Por ejemplo, si eres obeso, necesitas más energía para respirar, porque tu corazón tiene que trabajar más para bombear sangre a los pulmones y llegar a todas partes, pasando por todos los depósitos de grasa de tu cuerpo. Este nivel de duro trabajo para tu corazón provoca que se agrande, cosa que se traduce en una presión arterial alta y en fuertes latidos de corazón que incluso pueden llegar a ser peligrosos para la vida.
La gente obesa también tiende a tener altos niveles de colesterol, haciéndolos más propicios a padecer arterioesclerosis (taponamiento de los vasos sanguíneos) porque los depósitos de placa estrechan las arterias. Cuando los vasos sanguíneos son demasiado estrechos, ocurre que órganos vitales como el cerebro, el corazón o los riñones no reciban sangre suficiente. A la vez, este estrechamiento hace que el corazón tenga que latir aún con más fuerza, y la presión sube, cosa que tiene varios riesgos, incluyendo ataques de corazón, fallos renales, etc. Alrededor del 25% de los problemas circulatorios y de corazón están relacionados con la obesidad.
Estudios clínicos han encontrado relación entre el exceso de grasa corporal y la incidencia de cáncer, ya que, según estos médicos, parece ser que esa grasa resulta un buen sitio de almacenaje de químicos cancerígenos, tanto en hombres como en mujeres.
Existe también un delicado balance entre el nivel de azúcar en sangre, la grasa corporal y la hormona insulina que, si se desestabiliza, puede derivar en diabetes.
También se relaciona obesidad con enfermedades de la vejiga, gastrointestinales, disfunciones sexuales, osteoartritis y otras.
La buena noticia es que perder grasa reduce el riesgo de enfermedad.
Para personas con un historial familiar de enfermedades cardiovasculares, un estilo de vida activo puede frenar o parar los procesos de estos serios desórdenes genéticos. Estudios demuestran que, con un programa de intervención consistente en practicar algo de ejercicio físico regularmente, una dieta baja en grasas y un programa de reducción del estrés, se puede girar del revés esta tendencia.
También se ha evidenciado, como comentaba antes, que un estilo de vida activa, además de ayudarte a perder grasa, está asociado a una reducción del riesgo a sufrir algunos tipos de cáncer: próstata en hombres y pecho y útero en mujeres.
Es más, una actividad física regular y una dieta baja en grasas son factores útiles en el tratamiento de la diabetes en enfermos no-dependientes de insulina.
Hay esperanza. Una moderada pérdida de peso (o de grasa, no de músculo) y un estilo de vida activo y saludable (no regímenes estrictos ni de riesgo) son la manera de rebajar los riesgos para el corazón y los problemas médicos en el 90% de los pacientes obesos, mejorando la función cardíaca, la presión sanguínea, la tolerancia a la glucosa, los trastornos del sueño y los niveles de colesterol, bajando la necesidad de medicarse, y la cantidad y duración de las incidencias médicas. También reduce las complicaciones post-operatorias.
Entonces… ¿estás dispuesto a ser paciente e ir introduciendo cambios graduales en tu vida que te aporten salud y, por lo tanto, hagan tu vida más feliz? Lo más difícil es tomar la decisión de cambiarlo. Habrá mucho trabajo que hacer, pero no debe importarte el tiempo que te tomará, ya que si permites que estos cambios vayan ganando lugar en tu vida durante varios años, tu cuerpo se auto-ajustará y cada vez te resultará más fácil mantenerlo saludable.
Cuando empieces a realizar mejoras en tu funcionamiento energético, físico y psicológico, la felicidad y satisfacción que experimentarás harán que sientas que el esfuerzo dedicado ha merecido la pena. ¡La acción crea motivación!
Buena suerte: espero que disfrutes de estos beneficios que conlleva un programa sano y efectivo de control de peso.