Así como escuchaste, les presento un régimen distinto a los demás: el Forking, o cena con tenedor para bajar de peso.
Este método fácil ha sido pensado por un equipo de médicos y especialistas franceses, aunque en realidad representa el conocido principio de “desayuno de reyes, comida de príncipes y cena de pobres”. Y esta vez en la cena está la clave, ya que sólo se pueden tomar alimentos que se coman con tenedor. Quizá te puede resultar raro, sin embargo esta idea es el resultado de numerosos principios dietéticos que resultan eficaces para adelgazar sin mucho esfuerzo (y eso, para qué engañarnos, es más que un punto a favor!). Y la idea es que este principio sólo se aplica durante la cena, y el resto de comidas no cambia.
Te preguntarás por qué funciona. Comer sólo con el tenedor resalta la importancia de este instrumento, que sirve para pinchar los alimentos antes de saborearlos, filtrando el exceso de grasa que puedan tener y, lo más importante, haciéndonos conscientes de lo que nos llevamos a la boca. Como vas viendo, no se trata ni de privarse definitivamente de un alimento ni del placer de comer, sino de comprender que en la cena está la clave para ayudar a corregir los posibles excesos que hayas cometido durante el resto del día e ir adquiriendo un hábito que te va a beneficiar más de lo que esperas.
El Forking favorece la pérdida de peso por varias razones:
– Excluye casi totalmente las grasas y los azúcares rápidos por la noche, momento del día en el que se almacenan más fácilmente en el organismo.
– Reduce la toma de alimentos: la limitación de las cantidades ingeridas en cada bocado acaba por disminuir las porciones y contribuye a acostumbrar al cuerpo y la mente a comer menos por la noche.
Tendrás más apetito en el desayuno y un poco menos en la comida, lo que te permitirá una pequeña merienda por la tarde y tendrás menos apetito a la hora de la cena. Con este método se evitan las carencias (comiendo equilibrado y procurando no cometer excesos).
– Al no imponer ninguna restricción el resto del día, se evitan las frustraciones que originan la gran mayoría de las dietas y que te hacen picar más entre horas, y también las que hacen que acabes por abandonar el régimen.
El Forking es una dieta para nada drástica y se necesita algo de tiempo para ver cambios, pero pueden lograrse cambios profundos pasado un tiempo. Quizá no llegues a perder ni dos kilos en tres semanas, se adelgaza lentamente pero eso sí: de forma duradera. Y es que, de hecho, no hay que vivirlo como una dieta, sino más bien como una nueva forma de alimentarse, una renovada higiene de vida. Comeremos de forma razonable lo que nos gusta, olvidaremos la frustración y equilibraremos nuestra alimentación. Y eso se verá en tu silueta, y aunque necesites cierto tiempo para verlo, merecerá la pena.
Era necesario hablar largo y tendido sobre el concepto y ahora seguramente te preguntarás cuáles son los alimentos que se pueden comer con un tenedor y si esta restricción también se refiere a la preparación de la comida…
Hay dos modalidades: el forking estricto, que concierne la preparación de las comidas e implica que debes excluir el cuchillo de la cocina (así que olvídate de todos aquellos alimentos que necesitan un cuchillo para ser cocinados), y el forking suave, que es más fácil ya que las instrucciones sólo se refieren al contenido del plato, sin tener en cuenta cómo se ha preparado. Adapta el método a tus preferencias, gustos y necesidades.
Veamos la parte práctica de la dieta.
Estos alimentos NO están autorizados por la noche (en ninguno de los dos métodos):
– Aperitivos: patatas fritas, cacahuetes, almendras, galletas saladas, chorizo, salchichón, canapés, pizza…
– Entrantes: sopa, huevos pasados por agua, embutido, patés, aguacate, pastas saladas…
– Plato principal: hamburguesa, pizza, sandwich, carne asada o en filetes, chuletas, pollo, mostaza, kétchup, mayonesa…
– Quesos: de ningún tipo.
– Postres: frutas, galletas, frutos secos, compota, helado, dulces, chocolate…
– Durante la cena: pan, salsas.
Forking estricto:
Sigue el principio de adelgazar más rápidamente comiendo alimentos durante la cena que no requieran un cuchillo para prepararlos y que sólo se puedan comer con tenedor.
Se elimina: todo lo que se come con las manos (pan, patatas fritas, embutidos, galletas de aperitivo, canapés, aceitunas, mariscos, frutas, dulces, chocolate…), con cuchara (sopa, yogures, cereales, ensalada, huevo pasado por agua, tartas, helados, compota…), con cuchillo de untar (queso y cremas de queso, paté, mantequilla, margarina, mermelada, miel…) o de cortar (carne en general –incluido pollo- pizza, tartas saladas, frutas que se pelen…).
Se permite: verduras, legumbres (lentejas, guisantes, judías verdes, garbanzos…), cereales (pasta, arroz, derivados del trigo…), pescados y, en definitiva, platos cuyos ingredientes estén autorizados en esta lista.
Forking suave:
Permite adelgazar más pausadamente comiendo sólo alimentos que se puedan ingerir con un tenedor, independientemente de la forma como hayan sido preparados (de los utensilios utilizados).
Se elimina: todo lo que se coma de modo natural con las manos, cuchara o cuchillo, exactamente la misma lista de la modalidad del forking estricto (ver “se elimina” en forking estricto).
Se autoriza: todo lo que está en la lista de alimentos permitidos en el forking estricto, más las ensaladas, las carnes blancas (cortadas en trozos), los mariscos pelados, los huevos (revueltos, en tortilla, fritos…), y los platos preparados cuyos alimentos pertenezcan a estas listas.
¡Al tenedor!